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                   QUICA ESTENSSORO DE  SALINAS 
                  ( Bolívia ) 
                  (LA  PAZ, 1911)  
                  Desde  a adolescência começou a escrever contos no diário "La República" contos "Violeta  de Oro".  
                    Foi redatora de "La Razón". 
                    Presidenta do Círculo Feminino de Cultura Hispánica; Vice presidência  
de  "Conif" e da "Mesa Redonda Panamericana." 
                    
                  TEXTO  EN ESPAÑOL – TEXTO EM PORTUGUÊS 
                    
                  
                  BEDREGAL, Yolanda.  Antología de la poesia boliviana. La Paz: Editorial Los Amigos del Libro, 1977.  627 p.   13,5x19 cm.   
                    Ex. bibl. Antonio Miranda 
                     
 
                    
                  CLAMOR A LA AMÉRICA 
                     
                    América, la eterna, bañada por dos  mares, 
                      eres el mundo nuevo aurora de esperanza. 
                      En tus altas guaridas está naciendo el tiempo, 
                      mecido por los vientos, tormentas y relámpagos, 
                      de piedra y de basalto.  Los soles te  saturan 
                      y forjan en tu entraña, el credo redivivo 
                      que resuelva el enigma de los dioses airados. 
                      Centurias te amordazan, y en pétrea geología 
                      desde la cumbre altiva, nimbada de blancura 
                      de nieves eternales, hasta arena húmeda 
                      bañada por las olas, de espuma de los mares, 
                      guardas en tus entrañas, historias ancestrales. 
                      Qué misterios encierra tu soledad ciclópea? 
                      Acaso los planetas sellaron tu memoria? 
                      y la pálida luna hechizó tus murallas? 
   
                      Despierta  Madre América, es áspero el rocío, 
                      los cóndores altivos se hunden en sus nidos, 
                      y la bruma los cubare con un velo de siglos. 
                      Resurgirá en milagro la cordillera férrea, 
                      subirá del abismo el grito de la tierra, 
                      y hablará la esfinge de las razas perdidas, 
                      con el ardor ronco de la voz de la gleba. 
                      De las brisas marinas, un clamor cual gemido 
                      va a las altas esferas.  Y lágrimas  oceánicas 
                      reclaman el derecho de sus playas perdidas. 
                      Mas llegará la aurora con esa luz primera, 
                      guardada en sarcófagos de sombras fantasmales 
                      que empujan los aludes de trágicas quimeras. 
                      Seremos lo que fuimos, bronce, arcilla y ámbar 
                      florecerá la piedra y capas germinales 
                      de diamante, y arena, harán indestructible 
                      el himno de aleluya, en las cumbres serenas. 
                      En los valles y selvas el agua cristalina 
                      de las altas neveras, fecundará las mieses 
                      de los algodonales y los dorados trigos 
                      y cantará el río que bañe sus riberas. 
   
                      Aplaca de Caínes la fratricida mano 
                      el viento en los confines dará al hombre nuevo 
                      humanidad de hermano.  Resonará en los  mares 
                      el clamor de Justicia, y como luz flamígera 
                      brillarán en el aire, el mar y los caminos. 
                      Los reyes, los guerreros, los Incas y los Mayas, 
                      los viejos aimaraes, aztecas y araucanos 
                      encontrarán su senda y se darán la mano. 
                      Entonces, sólo entonces, revelará la esfinge 
                      el ancestral enigma, al cielo americano. 
  
                    
                  TEXTO EM PORTUGUÊS 
                    Tradução de ANTONIO MIRANDA 
                     
                     
                   
                  CLAMOR PELA AMÉRICA 
                     
                      América,  a eterna, banhada por dois mares, 
                        és o mundo novo aurora de esperança. 
                        Em teus altos abrigos está nascendo o tempo, 
                        embalado pelos ventos, tormentas e relâmpagos, 
                        de pedra e de basalto.  Os sóis te saturam 
                        e forjam em tua entranha, o credo redivivo 
                        que resolva o enigma dos deuses irados. 
                        Séculos te amordaçam, e em pétrea geologia 
                        desde o cume altivo, aureolada de brancura 
                        de neves eternas, até areia úmida 
                        banhada pelas ondas, de espuma dos mares, 
                        guardas em tuas entranhas, historias ancestrais. 
                        Que mistérios encerra tua soledade ciclópica? 
                        Acaso os planetas selaram tua memória? 
                        e a pálida lua enfeitiçou tuas muralhas? 
   
                        Desperta  Mãe América, é áspero o orvalho, 
                        os côndores altivos afundam  em seus ninhos, 
                        e a bruma os cobre com um véu de séculos. 
                        Ressurgirá em milagre a cordilheira férrea, 
                        subirá do abismo o grito da terra, 
                        e falará a esfinge das raças perdidas, 
                        com o ardor rouco da voz da gleba. 
                        Das brisas marinhas, um clamor como um gemido 
                        vai às altas esferas.  E lágrimas oceânicas 
                        reclamam o direito de suas praias perdidas. 
                        Mas chegará a aurora com essa luz primeira, 
                        guardada e sarcófagos de sombras fantasmais 
                        que empurram os alaúdes de trágicas quimeras. 
                        Seremos o que éramos, bronze, argila e âmbar 
                        florescerá a pedra e capas germinais 
                        de diamante, e areia, tornarão indestrutível 
                        o hino de aleluia, nos cumes serenos. 
                        Nos vales e selvas a água cristalina 
                        das altas geleiras, fecundará as espigas 
                        do algodão e os dourados trigos 
                        e cantará o rio que banhe suas margens. 
   
                        Aplaca de Caínes a fratricida mão 
                        o vento nos confins dará ao homem novo 
                        humanidade de irmão.  Entoará nos mares 
                        o clamor da Justiça, e como luz flamejante 
                        brilharão pelo ar, o mar e os caminhos. 
                        Os reyes, los guerreros, los Incas y los Mayas, 
                        los reis aimarás, aztecas e araucanos 
                        encontrarão sua senda e se darão a mão. 
                        Então, apenas então, revelará a esfinge 
                          o ancestral enigma, o céu americano. 
  
                    
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                  Página publicada em julho de 2022 
                
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